Recordado por sus imágenes de objetos de colores vívidos y de ensueño, este pintor venezolano y escultor recibió el Premio Nacional de su país a la Pintura en 1951 y ganó el Premio Nacional de Artes Plásticas de 1975.
Comenzó a dibujar durante su infancia y más tarde obtuvo una beca a la Escuela de Bellas Artes y Artes Aplicadas de Caracas.
Durante los años 50 y 60, vivió y trabajó en París, Francia.
Es hijo de Ramón Guerrero y Georgina Abreu en Turmero, Venezuela y pasó parte de su infancia en el cuidado de Amelia Borges, quien se desempeñó como su madrina.
Fue contemporáneo del también artista Carlos Cruz-Diez.